martes, 23 de julio de 2013

Los medios y su continúa promoción de penas más duras

Creo que cada cierto tiempo y de forma cíclica sufro un déjà vu, porque cuando tras un crimen terrible que crea alarma social, se juzga y sentencia, otra vez algunos medios empiezan con su retahíla de que en España sale muy barato delinquir.
 
Y no tengo claro por qué esta campaña tan inútil como errónea, porque realmente en España las penas privativas de libertad son de las más altas de Europa, a pesar de que en otros lugares existe la llamada cadena perpetua, pero revisable ya que se plantea la revisión de la condena y posible excarcelación pasados ciertos años que no son más de unos 20 o 25  años en Gran Bretaña, 15 años en Francia y Alemania, 26 en Grecia entre otros lugares. Esto en la práctica a pesar del nombre, cadena perpetua revisable, no difiere en casi nada de la realidad penitenciaria española.
 
Ante el caso más dramático de los últimos tiempos en España, el padre acusado de matar y quemar a sus hijos y fingir su secuestro, la condena de cuarenta años, la máxima posible en España, parece que  tampoco satisface a algunos periodistas y expertos. Y esto no lo comprendo, porque puedo entender que no satisfaga a las víctimas; la madre y familiares de los niños, pero los medios no pueden convertirse en abanderados de una causa que nunca jamás obtendría una  solución adecuada, al menos para las víctimas que han sufrido algo terrible, la pérdida de un ser querido. Porque ¿cómo se puede valorar el asesinato de dos niños inocentes? ¿En cuantos años valorar dos vidas? Realmente la madre de estos niños nunca podría obtener una reparación adecuada al daño que ha sufrido en términos de años en prisión, ni 20, ni 40 ni de por vida, podría compensar la pérdida de sus hijos. Y por supuesto, que ni la pena de muerte podría suponer un alivio para las víctimas de este delito terrible, y es que si queremos ser justos, no se puede equiparar la vida de dos niños inocentes con la de un asesino sin escrúpulos, si acaso, matándolo dos veces y tampoco, sería justo y equitativo la comparación porque las víctimas y además más vulnerables, merecen mucho más respeto y consideración. Entones ¿qué hacer? realmente lo que podemos hacer es que se cumplan las leyes, para por lo menos que la madre y los familiares puedan sentir que la ley ha funcionado y  si bien decir que se ha hecho justicia, puede resultar complicado , al menos no cabrá la duda de que la ley ha actuado de manera eficaz.
 
A partir de ahí, todo lo que se especule acerca de si cumplirá solo veinte de los cuarenta años,  si gozará de beneficios a los diez años, no hace sino perjudicar a las víctimas un poquito más, y ahondar más en su herida, ya que una vez que la ley ha sido eficaz, necesitaran de otra clase de ayuda para intentar sino superar, al menos incorporar el delito sufrido y la pérdida, en su vida, como un pasaje más. Aquí es donde la Justicia Restaurativa, tiene cabida pues no solo es encuentros víctima-infractor, sino que esta justicia ayuda a las víctimas también de forma individual en su camino a la recuperación, ¿cómo? ayudándolas a no sentirse solas, siendo escuchadas, valoradas, tenidas en cuenta e informadas.
 
Además , no debemos olvidar que los fines de las penas no son el castigo de forma exclusiva, sino la reinserción, otro tema es la dificultad de reinsertar de alguien que ha cometido un delito tan cruel.
 

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