lunes, 8 de julio de 2013

Penas más duras no es la panacea de la delincuencia

En muchas ocasiones cuando comento a qué me dedico, la gente piensa que lo que quiero es que los delincuentes no vayan a la cárcel y que se les reduzca las penas, ¡vamos! creen que la Justicia Restaurativa es blanda con los infractores, sin embargo, la realidad ha demostrado que penas más duras no siempre trae consigo menos delitos y menos delincuentes reincidiendo.

Y es que realmente la fuerza disuasoria que conlleva el aumento de las penas (y que está destinada a que tanto el infractor actual como los futuros no cometan nuevos crímenes) no funciona a no ser que este ofensor se ponga a pensar acerca de las probabilidades de ser “pillado” calcule que el riesgo es alto y sabiendo cual es el castigo tenga miedo. Si alguna de estas condiciones falla y se comete un delito entonces puede ser cuando surjan los problemas:

1º La amenaza que estaba destinada a disuadirlo de cometer el hecho delictivo hará que quiera escapar del castigo. Intentará negar los hechos, minimizarlos e incluso estará dispuesto a hacer cualquier cosa por muy “cruel” que sea con tal de “librarse” del castigo.

2º Si la pena consiste en prisión, y esta se lleva a cabo esto hará que el infractor sea más propenso a repetir conductas delictivas porque la cárcel rompe con sus relaciones personales, le hace más difícil conseguir trabajo, un lugar donde vivir…. Además durante su estancia en prisión irá desarrollando un sentimiento de ira y venganza, ya que él mismo llegará a sentirse como una victima del sistema.

El sistema justicia actual establece la culpa e impone el castigo a través de un proceso entre el estado y el infractor y en él, la victima es solamente un mero sujeto pasivo (un testigo).Pocas personas se preocupan de si el castigo debe de ser el principal objetivo y mucho menos si las víctimas se sienten amparadas por el sistema de justicia penal .Esta es la llamada justicia retributiva y es el eje de la mayoría de los sistemas tradicionales de justicia que existen en la actualidad.

La Justicia Restaurativa en su dimensión estricta, referida al sistema de justicia penal es definida por las Naciones Unidas, como una respuesta evolucionada al crimen que respeta la dignidad y equidad de cada persona, construye comprensión y promueve armonía social a través de la “sanación” de la víctima, infractor y comunidad. Esta definición es la que más nos gusta por cuanto ve la justicia restaurativa no sólo como un proceso restaurativo sino como una filosofía que engloba la forma de abordar el delito de una manera amplia e individualizada teniendo siempre presente que el principal y más inmediato objetivo es la reparación del daño a la víctima y la responsabilización del infractor.

 




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