lunes, 4 de noviembre de 2013

Cada víctima debe encontrar su "camino" hacia la justicia restaurativa

Una reivindicación que frecuentemente suelo hacer es que la Justicia Restaurativa no debe ni mirarse ni regularse con los ojos de la justicia tradicional retributiva, deben dejarse fuera rígidos protocolos y plazos establecidos y tasados, porque cada víctima y cada infractor son seres humanos y necesitan su tiempo y espacio. Además puede ocurrir que en el momento en el que se cometió el crimen y se juzgó, no existiera la posibilidad de acudir a la justicia restaurativa y en cambio pasados los años, la víctima desee o se de cuenta de su necesidad de obtener respuestas y mirar más allá. Por eso, cada víctima debe encontrar su camino a la Justicia Restaurativa, que la permita "sanar" o comenzar el camino hacia su "curación". Un ejemplo de esto lo podéis ver en el link con el vídeo que os adjunto, es la historia de Margot y Glenn unidos por el asesinato del padre de Margot, una historia de superación y de reconciliación, no tanto entre víctima e infractor, que en este caso si lo ha habido, sino de reconciliación con uno mismo, tanto por parte de la víctima como por el infractor. De ahí, que siempre digo que la vida no es matemáticas  y no se puede limitar la aplicación de esta Justicia, sometiéndola a plazos tasados, burocracia excesiva y rígidos protocolos.
 
Espero que os impacte esta historia tanto como a mi:

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