martes, 11 de febrero de 2014

Por una Justicia Restaurativa para toda clase de delitos, con independencia de su gravedad

Frecuentemente me preguntan si creo en una Justicia Restaurativa para toda clase de delitos con independencia de su gravedad, y lo más curioso es que con respecto a esto, he ido cambiando mi visión conforme me he ido dando cuenta de que cada víctima y cada delito es un mundo diferente a otros delitos aunque sean similares y a otras víctimas.

Cuando empecé en Justicia Restaurativa pensaba que había determinados delitos que eran imposible de poder ser abordados a través de los procesos restaurativos y pensaba por ejemplo en delitos de violación o abusos sexuales, sin embargo, esto lo pensaba desde mi perspectiva y desde mi punto de vista de una persona que nunca ha sido víctima de un delito, no me paraba a pensar por un instante en qué pensaría o que necesitaría una víctima de un delito grave como violación.

Sin embargo, poco a poco esta visión se ha ido quedando pequeña y poco objetiva, según he ido conociendo casos, encontrándome con víctimas a las que la justicia restaurativa ha ayudado y sobre todo conforme me he ido dado cuenta que son las personas que han sufrido el delito, las víctimas las que mejor saben lo que necesitan, qué sienten o que quieren para sentir que se ha hecho, al menos, algo de justicia. Un ejemplo de lo que digo es el siguiente; en España hay un caso de actualidad, la mujer e hija de un periodista fueron atacadas por una admiradora del periodista y su pareja, al parecer estaba enamorada de él y la hija y la mujer la estorbaban, la agresión no llegó a más gracias a la valentía de ambas mujeres y la colaboración ciudadana, sin embargo, en la televisión algunos expertos comentaban que la vida de estas mujeres agredidas no iba a ser la misma, que el trauma iba a ser insuperable...etc, ¿yo me preguntaba qué opinarán las victimas si están escuchando la televisión? ¿Cómo pueden sentirse si las están dando por destruidas? Por supuesto, que el trauma es difícil de superar pero no imposible y por eso existe todo un abanico de profesionales que las van a ayudar a encontrar el camino incluida la justicia restaurativa, y aunque en este caso no parece posible porque la agresora sin duda, está perturbada, en otros supuestos aun muy graves si la víctima lo necesita no debiera ser obstáculo la mayor o menor gravedad del delito para acceder a los procesos de justicia restaurativa.

Conocí a una mujer víctima de violación, que desde el principio tuvo que luchar para poder participar en un proceso restaurativo, todos los expertos se lo desaconsejaban pero ella tenia una idea clara, no se la podía negar la oportunidad de decirle a su agresor, cara a cara, que su vida no estaba destruida, que iba a superar el delito y el trauma e iba a recuperar el control de su vida. Y fue así hasta que no logró este encuentro no pudo empezar su camino restaurativo hacia la curación  y dejar de sentirse víctima, para pasar a ser superviviente

Por eso, ahora mismo creo que la justicia restaurativa debe ser un derecho universal ( como decía ayer) para toda clase de víctimas, si se dan las condiciones idóneas y en todo caso nuestro deber es si el infractor no desea un encuentro es propiciar otros caminos igual no totalmente restaurativos pero si parcialmente que puedan ayudar a las víctimas.

Y con respecto a los infractores, opino igual,  si una víctima no quiere el encuentro o no desea ser reparada debiéramos proporcionar a los delincuentes otras vías para cumplir con su obligación de reparación, para responsabilizarse activamente por su conducta y sobre todo para que puedan sentir que pueden tener una segunda oportunidad de hacer las cosas bien desde ese momento en adelante.

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