sábado, 3 de octubre de 2015

Todos formamos parte de una comunidad o grupo

Cuando hablo de Justicia Restaurativa y de metodologías totalmente restaurativas, siempre incluyo a la comunidad, ésta es un elemento importante para la Justicia ya que todos pertenecemos desde que nacemos a un grupo: familia, colegio, trabajo....y esto hace que cuando un crimen se comete, se rompa el equilibrio dentro del grupo. ¿Por qué? Porque víctima e infractor pertenecen a él, y con el delito se separan de la comunidad, esto hace que dos piezas de esta queden fuera y así se debilitan los lazos sociales, de ahi que la Justicia Restaurativa al dar participación a todos los afectados por el delito promueva una mejor sanación de las "heridas" que ha dejado el delito.Un ejemplo de que todos somos necesarios en la sociedad me lo ha dado la propia naturaleza y en concreto las hormigas rojas de fuego, que viven bajo tierra, sus patas están diseñadas para caminar sobre la tierra y sus sistemas de comunicación están diseñados para marcar sendas en entornos terrestres.
 De hecho, si una hormiga se ve sepultada por una corriente de agua, lo más probable es que acabe ahogada. Sin embargo, estas hormigas se han adaptado las inundaciones que sufren sus hormigueros de manera periódica. Una vez la colonia se ve rodeada por agua, estas hormigas unen sus cuerpos para formar una balsa que garantiza la supervivencia de la mayor parte de sus miembros. Cualquier ser vivo como se puede ver tiene un sentimiento de formar parte de una comunidad ( de un todo) y por eso casa una de ellas es importante para el funcionamiento del todo ( del tejido comunitario)

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