jueves, 31 de marzo de 2016

Con la Justicia Restaurativa recuperamos cierto "control" sobre nuestra vida

Vivimos en un mundo donde todo es gestionado por terceros. El estado y las instituciones nos tratan como casi incapaces y un claro ejemplo es la justicia, si tenemos un problema o sufrimos un delito, acudimos al juzgado buscando justicia, sin embargo, una vez que lo hacemos, todo se gestiona por profesionales ajenos al problema, en el que poco o nada tenemos que decir, cualquier persona teóricamente experta, sabe lo que nos conviene o parece saberlo mejor que nosotros mismos.El punto de pérdida de poder, llega al límite cuando la propia víctima pierde su estatus de víctima en favor del estado. Como decía Nils Christie, el estado se apropia del conflicto y del delito, se erige como víctima que ha sufrido la violación de una norma creada por él y la víctima real, la que ha sufrido el daño pasa a un segundo plano, a ser un mero testigo o “carnaza” para intentar condenar y castigar al infractor.Las víctimas y la comunidad en general, pierden o ceden el poder a terceros ajenos por completo al delito y al impacto que el delito o conflicto tiene en sus vidas. Por eso, a través de la Justicia Restaurativa, se devuelve el poder a las personas afectadas por el delito (empoderamiento)

miércoles, 30 de marzo de 2016

¿Es la Justicia Restaurativa una utopía?

Durante el IV Congreso de Justicia Restaurativa he tenido la oportunidad de conocer e intercambiar muchas experiencias con otros colegas de dentro y fuera de España, claramente todos o más bien casi todos los que allí nos congregamos, es porque confiamos en que es posible hacer una justicia más justa. Sin embargo, también me di cuenta que los hay no tan convencidos, y es que durante algunas conversaciones entre la apretada agenda del Congreso, una persona me habló de la Justicia Restaurativa como una utopía. ¿Utopía? Realmente no estoy de acuerdo, salvo si pensamos en justicia como algo utópico, querer justicia acaso no resulta utópico, pues para muchos ciudadanos si. Cuando una pregunta a las personas, si creen en la justicia, la mayoría por no decir casi la totalidad de los ciudadanos, nos van a decir que no hay justicia, para estas personas realmente sería una utopía conseguir que la justicia satisfaga sus necesidades. Por eso, no comprendo que alguien piense que es una utopía la justicia restaurativa cuando precisamente es esta justicia, la que va a hacer realidad, las necesidades de justicia de las personas que sufren el impacto del delito.

martes, 29 de marzo de 2016

Las víctimas y su camino restaurativo

Suelo hablar de cómo la víctima debe encontrar su camino hacia la restauración emocional física y mental, para eso la Justicia Restaurativa sirve de gran ayuda y es que la persona que sufre el delito pasa a través de una serie de etapas hasta su curación y poder despojarse de su rol de víctima. Claramente tenemos que intentar que las víctimas puedan dejar de sentirse como tal en algún momento, si una víctima después de pasar 20 años sigue sintiéndose como tal, es porque el sistema ha fallado debemos proporcionar todos los instrumentos necesarios para que la persona que ha sufrido un delito pueda despojarse del rol vitalicio de víctima. Las fases por las que atraviesan las víctimas pueden ser las siguientes aunque no significa que todas las personas que sufren un delito pasen por todas ni en el mismo orden:

1- intentar dar sentido a lo que ha pasado

2- Su meta es no tener vergüenza sino llevar el rol de víctima con honor

3- Buscan en cierta manera venganza

4- Claman por justicia

lunes, 28 de marzo de 2016

Si los finales "felices" no existen, al menos deberíamos intentarlo...

La Justicia tradicional no satisface las necesidades de las víctimas, unas víctimas que ponen todas sus esperanzas en el juicio y en la condena pero al final se quedan con un “sabor agridulce”. Esto me hace recordar que me gustan los “finales felices”, sí, lo reconozco, me gustan las películas y los libros en los que los “buenos” tienen su recompensa y los “malos” reciben su castigo. Este sentimiento es muy humano y nos hace sentir seguros y tranquilos. Esto, sin duda, es la justicia retributiva y aparentemente nos hace felices, y nos hace incluso equiparar justicia, a castigo.Sin embargo, a la gente buena, le pasan cosas malas, sufren y en ocasiones se convierten en víctimas. Y además, por mucho que intentemos castigar al culpable para satisfacer esta necesidad retributiva, que es casi una obsesión, una vez más la víctima queda relegada y olvidada y vuelve una y otra vez a recordar que fue víctima y que sigue sintiéndose una víctima y no solo del delincuente sino del sistema, en general.Me explico, el juicio deja un sabor amargo a la víctima, y es que con esta obsesión del sistema de justicia penal porque se cumpla la ley, porque el delincuente reciba su castigo y si es ejemplar, mejor, no nos damos cuenta de qué necesita, qué quiere o qué desea realmente la víctima. Es más todos, los implicados en el proceso penal parecen creer que saben lo que la persona que ha sufrido un delito quiere y qué es lo mejor para ella, y por supuesto esto pasa por un gran castigo al delincuente. Se trata de devolver daño por daño. Sin embargo, se olvidan de explicar a la víctima, las normas legales existentes, que respetan ciertos derechos para los presos y que entre otras cosas por ejemplo, les concede permisos penitenciarios.

jueves, 24 de marzo de 2016

"El hilo rojo del destino"

Que la Justicia Restaurativa no es algo novedoso sino que está enraizada en las tradiciones y la cultura propia de cada país, y cada zona del mundo, ya la he comentado en muchas ocasiones, es importante reconocer que la Justicia Restaurativa es la justicia del sentido común . Hoy me gustaría recordar una historia de la que he hablado en muchas ocasiones en este blog,  el hilo rojo del destino, en su momento conté cómo esta historia representa el valor de comunidad y de como todos somos importantes para el buen funcionamiento del grupo. Más que nunca en momentos como este, necesitamos creer no tanto en el destino sino en que todos somos parte de una comunidad como es el mundo, a pesar de que algunos, los menos, quieren debilitar los lazos que nos unen, lo cierto es que el lazo existe. De esta manera,todos nuestros actos aunque pensemos que no es así, repercuten de alguna manera en los demás, igual que los que hacen los otros repercuten en nosotros: Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al dedo meñique. Es invisible y permanece atado a estas dos personas a pesar del tiempo, del lugar, de las circunstancias…El hilo puede enredarse o tensarse, pero nunca puede romperse. Existen muchas historias relacionadas al respecto pero os he extraído este resumen. 

miércoles, 23 de marzo de 2016

Por una Justicia Restaurativa accesible para las víctimas en cualquier fase del proceso penal

Cuando empecé a estudiar, investigar y poner en práctica la justicia restaurativa, mi mayor temor era como trasladar a las víctimas, que esto es algo bueno para ellas. En un mundo centrado exclusivamente en el infractor, no es tarea fácil cambiar el chic radicalmente y decir a la gente que con esta justicia nos vamos a centrar en ellos, en los que sufren, en las víctimas para colmo, cada vez que veo la televisión, lo único que oigo es penas más duras como si esto fuera lo único importante para todos nosotros. También resulta complicado cuando parece que muchos creen que  la justicia restaurativa y sus herramientas,  están hechas exclusivamente para que a través de ellos el infractor obtenga un beneficio. Hace poco comentaba a una persona que la justicia restaurativa debería aplicarse en cualquier fase del proceso, incluso cuando el infractor esté cumpliendo condena, y entonces me preguntó ¿y para qué? Esta pregunta es fruto de  la confusión de justicia restaurativa, mediación y mediación penal y un querer apropiarselo los operadores jurídicos como medio para agilizar los juzgados. ¿Cómo qué para qué? Respondí: pues fácil para ayudar a la víctima a obtener respuestas, que seguro no ha conseguido en el juicio, a poder sentirse escuchada y equilibrar la balanza en su favor, para que pueda poner rostro al infractor y en definitiva, para ayudarla a transformar sus sentimientos negativos y destructivos en otros positivos que la ayuden a cicatrizar sus heridas. 

martes, 22 de marzo de 2016

¿Quienes son las víctimas para la Justicia Restaurativa?

A la hora de hablar de Justicia Restaurativa, tanto como concepto global como aplicada a los procesos restaurativos que derivan en encuentros, la víctima es la protagonista principal por cuanto al ser la que ha sufrido el daño, será la que podrá decidir cómo quiere ser reparada. Sin embargo, siempre y en todo caso¿ tenemos claro quienes son las víctimas?, y si es así, ¿las tenemos en cuenta?. No siempre el rol de víctima está claro, en delitos menores, lo que se llaman faltas en España, a veces no es algo difuso pensar en quién es la víctima y quién es el infractor, incluso ambos roles pueden ser intercambiables, otras veces en delitos graves, por supuesto está claro, aun así a veces no podemos negar la evidencia de que los infractores, son víctimas del propio sistema, de su situación social, y de sus circunstancias personales, no se trata con esto de justificar el delito y su actitud,  sino de intentar generar la empatía suficiente para entender cómo ayudar no solo a la víctima a despojarse del rol de víctima sino ayudar también al infractor a reconectar con su humanidad y así evitar que sobre él, recaiga el estigma permanente de ser un delincuente.
Según el significado general víctima ,  es aquella persona que sufre los resultados infelices de los propios actos, de otros o fortuitos.
El significado jurídico-general dice que es aquella persona que sufre directamente una lesión o amenaza a un bien tutelado por el derecho.
El significado jurídico penal estricto establece que es el individuo que sufre directamente las consecuencias de violación de la norma penal.

lunes, 21 de marzo de 2016

Primeras reflexiones tras la finalización del IV Congreso Internacional de Justicia Restaurativa

Una vez finalizado el Congreso y a espera de las conclusiones y más reflexiones y feedbacks de los asistentes, que siempre son importantes para mejorar en cada edición, hoy quiero hablar de mis propias impresiones, tras la clausura de la ya, IV edición de este evento, que este año ha sido el más internacional de todos.
Primero me gustaría agradecer a todos los asistentes: los que vinieron de más cerca colegas mediadores, estudiantes de mediación, criminólogos y en general personas que tienen el mismo interés común en mejorar la justicia penal, a los alumnos de la UNIR, siento un enorme orgullo de ver su interés durante todo el Congreso igual que los alumnos que había de otras Universidades, y a los colegas que se desplazaron desde lugares tan diferentes como Portugal, Brasil, México y Argentina para poder compartir con nosotros la pasión por la justicia restaurativa. Sin lugar a dudas, ha quedado demostrado que la Justicia Restaurativa es un movimiento universal.
En segundo lugar quiero agradecer a todos y cada uno de los ponentes y personas que ofrecieron una comunicación, todos han contribuido a enriquecernos con sus conocimientos y nos han ayudado a reflexionar sobre cómo conseguir que la Justicia Restaurativa sea una auténtica realidad y no un mero desideratum.

viernes, 18 de marzo de 2016

Justicia Restaurativa y Prácticas Restaurativas

Otra cuestión debatida frecuentemente entre los que nos dedicamos a la justicia restaurativa, es el nombre justicia restaurativa o prácticas restaurativas, me explico algunos piensan que llamarla justicia restaurativa, hace que su ámbito de actuación se reduzcan de forma exclusivamente a la justicia penal y a las víctimas e infractores. Por eso, muchos opinan que sería mejor llamarla prácticas restaurativas para incluir entre sus posibilidades la aplicación a conflictos escolares, comunitarios etc..en definitiva para que tengan cabida conflictos que todavía no han llegado a los tribunales y/o no son delito.
El problema de terminología, una vez más no me parece relevante pues considero que se puede seguir llamando justicia restaurativa, eso sí en sentido estricto, aplicada al ámbito penal sería un nuevo paradigma de justicia, para responder al delito que se centra en el daño causado y las acciones requeridas para reparar este daño. Se trata de transformar el sistema de justicia penal pasando de la mencionada justicia retributiva a la restaurativa. Este sería el origen de la justicia restaurativa, pues no me olvido que nació por y para las víctimas. Sin embargo, todas las teorías surgen para estar en continua evolución y pronto se vio que esta justicia puede servir para adelantar la prevención de los delitos, de una manera importante. 

jueves, 17 de marzo de 2016

Hoy comienza el IV Congreso Internacional de Justicia Restaurativa y mediación penal. Burgos.(España)

Hoy comienza el ya,  IV Congreso Internacional de Justicia Restaurativa y mediación penal en Burgos (España), parece que fue ayer cuando este Congreso surgió como compromiso de la Sociedad Científica de Justicia Restaurativa y del Servicio de Justicia Restaurativa de Castilla y León para promocionar esta forma de ver la justicia, más humana. El primero fue en el año 2010 y por aquel entonces, no teníamos ninguna regulación al respecto, poco se sabía de la justicia restaurativa, ya que al final se reconducía todo a mediación penal. Incluso el Congreso lo tuvimos que llamar de justicia Restaurativa y mediación penal porque pensamos que era una forma de que la gente supiera de qué se iba a hablar. Ahora tras cuatro ediciones de un Congreso sobre Justicia Restaurativa, una apuesta un poco arriesgada porque hasta ese momento había muchos sobre mediación pero nada especifico sobre justicia restaurativa, algunas cosas han cambiado pero en otras nos queda un poco más de camino por recorrer. Ya tenemos una ley que habla de Justicia Restaurativa, por fin podemos abandonar, la idea que somos Proyectos pilotos, además es un palabra que nunca me ha gustado, porque una vez que algo funciona y de hecho está funcionando, ¿vamos a llamarlo proyecto piloto toda la vida?.

miércoles, 16 de marzo de 2016

La Justicia Restaurativa también se ocupa de transformar o al menos lo intenta con el infractor

En la Justicia Restaurativa, los ofensores son confrontados respecto de la aceptación de su responsabilidad, y se convierten en agentes activos en su obligación de reparar el daño para con la víctima y/o la comunidad. Ven el impacto que su delito ha tenido en la sociedad, en la víctima y por qué no en su entorno y esto puede servir de punto de inflexión para un cambio de comportamiento en el futuro. Aprenden a ver esta reparación como una prestación socialmente constructiva (el propósito no es humillarlos, sino darles una oportunidad para responsabilizarse y tomar conciencia del daño).Igual que las víctimas necesitan perdonarse a si mismas y sentir que no tienen culpa en haber sufrido el delito, los infractores necesitan mantener el "tipo" en la lucha interna en la cual los sentimientos de culpabilidad y de vergüenza, pueden llegar a ser antagónicos y destructivos y deben aprender a compaginarlos, porque el sentimiento de culpa en muchos infractores (ojalá fueran todos) les llevará a sentir que de verdad han hecho mal, especialmente si es a través de un encuentro restaurativo, en el que pondrán rostro e historia al delito cometido y verán cómo su crimen si causó daños. Sin embargo, para muchos la vergüenza tanto interna como social, les puede llevar a sentimientos agresivos y negativos, en el que nieguen que fueron ellos, o que simplemente el delito no fue el que dicen.

martes, 15 de marzo de 2016

Acerca de la Justicia, los medios de comunicación y las víctimas

Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automáticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes... Probablemente esto es porque nos gusta el "morbo" y esta clase de programas que desgranan hasta el ultimo de los siniestros detalles del crimen y de la personalidad del delincuente, venden y generan audiencia. Sin embargo poco o nada se dice de las víctimas, a no ser que sea algo como que han hundido su vida, no van a poder recuperarse y si lo hacen tardarán años. Supongo que no se pararan a pensar el efecto dañino que estos comentarios puede hacer a una víctima que por casualidad, pueda  estar viendo el programa. ¿Por qué? Porque el desequilibrio que por si produce sufrir un delito, se ve agravado con introducir en la víctima pensamientos en los que  ve que el delincuente ha ganado, porque sigue dominando su vida y lo hará durante mucho tiempo. 

lunes, 14 de marzo de 2016

La Justicia Restaurativa; una justicia que cura

El postulado fundamental de la justicia restaurativa es que el delito perjudica a las personas y las relaciones entre ellas  y que la justicia necesita la mayor compensación del daño posible. De esta premisa básica surgen preguntas clave: ¿quién es el perjudicado, cuáles son sus necesidades y cómo se pueden satisfacer dichas necesidades?. Por tanto, si el delito daña a las personas y las relaciones, lo justo es que se repare el daño tanto como sea posible. La justicia restaurativa no se aplica porque es merecida, sino porque es necesaria. La justicia restaurativa se logra de manera ideal mediante un proceso cooperativo que involucra a todas las partes interesadas primarias ( víctimas, infractores y comunidad de apoyo) en la decisión sobre la mejor manera de reparar el daño ocasionado por el delito. Solemos pensar que cuando una víctima reclama que se haga justicia, que lo que pide es que el infractor sea castigado, realmente no siempre es así y si lo piden es porque no encuentran de la justicia ningún apoyo más. Pero las víctimas tienen unas necesidades cuando claman por justicia, como la de ser escuchada, ser informada y poder sentirse reparada de la forma que necesite no como imponga el sistema y pocas veces son atendidas por el sistema tradicional de justicia.

viernes, 11 de marzo de 2016

La comunidad también sufre el impacto del delito

Hoy explicando o intentando explicar qué es la justicia restaurativa, me he sorprendido porque una persona totalmente ajena al mundo del derecho, no solo lo ha comprendido a la perfección sino que además ha hecho una reflexión, que me ha hecho pensar, puesto que me ha dicho ¿pero esta justicia también ayuda a la sociedad? ¿Por qué lo entiende mejor una persona normal de la calle y de cierta edad que los profesionales de la justicia y la gente de menos edad?. Esto es porque la Justicia Restaurativa es la justicia del sentido común y no la que desgraciadamente estamos acostumbrados a conocer y que no es otra que la justicia del enfrentamiento, de las etiquetas y de los roles vitalicios en los que los verdaderos afectados tienen poco que decir y la comunidad, afectada por cualquier delito no tiene ninguna participación, solo sufren las consecuencias del delito, del proceso penal y del aislamiento del infractor en prisión y de la víctima con un sentimiento de sentirse víctima de por vida. Y realmente es así, muchos hemos  sido educados en una visión litigante, en una forma de ver la justicia centrada en normas, principios, leyes y prohibiciones y nos hemos ido olvidando poco a poco que todo esto es secundario, ya que los delitos afectan a seres humanos.

jueves, 10 de marzo de 2016

Acerca del delito y el conflicto, ¿conceptos equiparables?

Siempre oigo con frecuencia: “la mediación es un instrumento eficaz y la mejor forma de resolver conflictos de cualquier índole”. Y es aquí cuando me surgen las dudas, ¿están considerando que el delito es un simple conflicto? Si es así, ahora entiendo por qué muchos “meten en el mismo saco” toda clase de mediaciones y confunden Justicia Restaurativa y mediación. Resulta importante saber si el delito es tan solo un conflicto, porque realmente en delitos de cierta entidad, este lenguaje neutral puede llegara a  molestar a la víctima. Los procesos restaurativos en delitos graves difieren de la mediación en otros ámbitos, en esto: se ha cometido un delito y la víctima no tenía por qué soportarlo y por supuesto, no ha contribuido a sufrirlo por eso no tiene por qué ceder o conformarse con menos.En el código penal español, se define delito como acción u omisión dolosa penada por la ley. El delito es según esto, un comportamiento que ya sea por voluntad propia o por imprudencia, resulta contrario a la ley.

miércoles, 9 de marzo de 2016

¿Justicia restaurativa, reparadora o restauradora?

En alguna ocasión he comentado que muchos piensan que Justicia Restaurativa no es el nombre correcto y que debiera ser reparadora o restauradora.  Realmente restauradora no me parece que sea la palabra, porque no se trata de devolver al infractor al punto inicial de cometer el delito, porque entonces volveríamos al punto de partida, al someter al infractor a los mismos condicionantes que le llevaron, ya en una ocasión a cometer el delito. De la misma manera, quizá si el trauma no es grande en la víctima, podríamos pensar en restaurarla a una situación anterior al delito, pero resulta del todo complicado por un lado la volvemos a poner en la misma situación que estaba cuando sufrió el delito y por otro lado, realmente el objetivo de la justicia restaurativa no es eliminar el impacto del delito y devolverla a la situación anterior, porque en la mayor parte de los casos será del todo imposible, sin duda, el objetivo es llevar a la víctima a una situación diferente, ni mejor ni peor pero diferente en el que pueda incorporar el delito sufrido, como un aspecto más de su historia vital. Por eso, analizando bien, creo que en todo caso debiera llamarse justicia transformadora.¿por qué ?

martes, 8 de marzo de 2016

¿Es necesario elegir una justicia penal tradicional o una justicia restaurativa?

No sé por qué tenemos tendencia a polarizar nuestras opiniones o es blanco es negro o es a o es b, no solemos a pararnos a pensar que quizá en el medio está la virtud, como bien decían los clásicos. Y realmente con la Justicia Penal pasa algo similar, ahora que se habla de Justicia Restaurativa son muchos los que sienten la necesidad de optar por la Justicia Tradicional tal y como la entendemos o la Justicia Restaurativa. Son claras las posiciones de los que claman a favor de la Justicia Penal y ponen muchos reparos a la Justicia Restaurativa, la cual les parece demasiado utópica. Por otro lado, son muchos los partidarios de la Justicia Restaurativa, que abogan por un abolicionismo de la Justicia Penal. Y sin embargo, me pregunto ¿acaso no podemos tomar lo bueno de ambas justicias? Es decir podemos utilizar la Justicia Restaurativa para cubrir los vacíos y completar y mejorar las deficiencias de la justicia penal tradicional. Realmente tengo claro que es posible una justicia penal con enfoque restaurativo y que penal y restaurativo no son conceptos totalmente incompatibles. De hecho los orígenes de ambas son muy similares, en lo que se diferencian en cómo pretenden conseguir los objetivos.

lunes, 7 de marzo de 2016

Recomponiendo el "puzzle" tras el delito

Cuando hablamos de que la Justicia Restaurativa surge por y para las víctimas, o más bien desde el momento que alguien ha sufrido un delito,  es porque no se trata de hacer distinciones con las personas afectadas por el delito. La Justicia Restaurativa, en principio sería aplicable para cualquier víctima que voluntariamente desee participar en el proceso restaurador con independencia de la clase de delito sufrido. Es decir esta Justicia surge porque el delito daña a las personas, este daño genera necesidades y la principal o primordial es la de atender a la víctima y ver cómo se puede compensar este daño o al menos mitigarlo.Una vez aclarada esta igualdad de todas las víctimas, para acceder a la justicia restaurativa que debería valorarse como regla general, hay que tener en cuenta que igual que todas las personas somos diferentes,también cada víctima lo es. Aunque hubieran sufrido el mismo delito, éste puede impactar y traumatizar más a una víctima y menos a otra, incluso el delito sufrido puede suponer un gran trauma para los allegados de la víctima ( víctimas indirectas) y no serlo tanto para la víctima directa del crimen.

viernes, 4 de marzo de 2016

¿Es posible una justicia penal que parezca justa a los ojos de las víctimas?

Cuando en España se derogó la Doctrina Parot, muchos presos peligrosos salieron  de prisión antes de lo esperado, lo cual no significó que no hubieran cumplido su condena según  la ley que en ese momento los juzgó. Probablemente debieron cambiar la ley antes, para no beneficiar a delincuentes de extrema peligrosidad, pero  la realidad es que no lo hicieron. Sin embargo, un preso una vez que ha cumplido su condena ha saldado su deuda con el sistema y debe salir a la calle. El malestar de las víctimas es lo que más me preocupa porque significa que el sistema no ha cumplido con las víctimas, no las ha ayudado a reparar o más bien mitigar su dolor, lo que las ha llevado a sentirse víctimas perpetuas con un dolor que lejos de aminorarse o al menos cambiar en su percepción, sigue vivo como si fuera el primer día a pesar de los años. Esto es el mejor indicativo de que la Justicia ha fallado con ellas, y las víctimas no encuentran otra explicación ni otra forma de mitigar su vacío que "agarrándose" a penas más duras. No estoy hablando de que olviden, que pongan una página nueva en su vida, dejando atrás a su ser querido, al contrario hablo de ayudarlas en el camino a su dignificación, sufrieron un delito terrible con pérdidas irreparables, pero deben cambiar sentimientos negativos por otros positivos y constructivos porque así el delincuente no habrá ganado, ni dominara su vida. 

jueves, 3 de marzo de 2016

IV Congreso Internacional de Justicia Restaurativa, 17 y 18 de marzo 2016. Burgos (España) ¿hacia donde debemos caminar?

En quince días, celebraremos en Burgos (España) la ya IV edición de nuestro Congreso Internacional bianual, que además de pionero, lo que hace es intentar promocionar qué es esta justicia, intentando llamar la atención de la necesidad de implantar esta Justicia Restaurativa, que no solo mediación penal, en nuestro ordenamiento jurídico y para ayudar a las víctimas y fomentar la responsabilización del infractor. Muchas cosas han cambiado desde el primero Congreso, que celebramos en marzo de 2010, aunque desgraciadamente otras no tanto.Por lo pronto para este Congreso hemos conseguido no solo el apoyo de la Junta de Castilla y León sino también de la Universidad Internacional de la Rioja. Esta Universidad (UNIR) es un ejemplo que tendrían que tomar muchas otras universidades, ha adoptado la asignatura de Justicia Restaurativa (la cual tengo el honor de impartir) como obligatoria y su compromiso con esta forma de ver la Justicia, la ha llevado a patrocinar este evento. Esta apuesta por la enseñanza de la Justicia Restaurativa, sin duda es una forma de contribuir a su promoción y mejor aceptación por los ciudadanos.

miércoles, 2 de marzo de 2016

¿Somos en esencia punitivos o restaurativos?

Es cierto que hablar de justicia restaurativa en un mundo en el que todos y cada uno de los días se clama por penas más duras, como si esto fuera la panacea de todos los problemas y la solución a la delincuencia es un poco complicado o al menos puede serlo en un principio porque la realidad me ha demostrado que somos más punitivos los que nunca hemos sufrido un delito, sin embargo, las víctimas generalmente lo único que quieren es obtener una reparación o mitigación del daño o del dolor que causó el delito en su vida.Ser víctima de un delito o una injusticia provoca indignación, ira, humillación y venganza o deseo de compensar el daño sufrido, inflingiendo dolor al infractor. Sin embargo, si se ahonda en las necesidades de las víctimas, la realidad nos muestra que muchas no son tan punitivas como pueda parecer a priori, y realmente lo que más reclaman es que nadie vuelva a pasar por lo que ellas han pasado, que otros no sufran lo que ellas han sufrido y la Justicia Restaurativa es la que puede abordar, escuchar y ayudar a las víctimas a obtener una reparación adecuada a sus necesidades y sus sentimientos, no una reparación jurídica impuesta por un tercero ( juez) ajeno a ellas y a sus expectativas. 

martes, 1 de marzo de 2016

¿Es posible una justicia que tenga en cuenta a las personas que hay detras del delito?

Vamos  a hacer un pequeño ejercicio de empatía y pongamonos en los zapatos de una persona que ha sufrido un delito,   tiene que esperar un largo tiempo para el juicio, después sufrir otra vez, al rememorar todo el dolor del día del delito y de las secuelas (efectivamente la victimización secundaria, se padece en la justicia penal tradicional)  y tras algún tiempo, espera que un tercero ajeno al daño que ha sufrido y como el delito ha impactado en su vida, decida sobre cuanto dolor ha sufrido, valorando simplemente cuanto castigo se le debe imponer al infractor para equipararlo al dolor que ha sufrido.Esta lentitud de la justicia, su generalización y burocratización,  vaciándola del aspecto emocional que todo delito conlleva,  la convierte en una gran injusticia, una agonía que rara vez es para bien. ¿Por qué ocurre esto?. Yo creo sinceramente que es porque la justicia tradicional piensa en los delitos abstractamente, es decir un número de expediente y unas consecuencias jurídicas, pero no se dan cuenta que detrás de este expediente, hay personas, hay seres humanos que sufren y que necesitan curar sus heridas o al menos encontrar algo de consuelo.